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Una forma de lograr entender el auge en el sector industrial del país es a través de sus parques industriales, lugares en donde se reúne gran parte de su potencial. Desde 1953 –año en que surgió el programa de Parques y Ciudades Industriales en México y con él la construcción de Ciudad Sahagún, el primer complejo industrial ubicado en la ciudad de Hidalgo– los parques industriales han funcionado como principales instrumentos para potencializar el crecimiento de México.
Los parques industriales comenzaron con un modelo de negocios sencillo sustentado principalmente por inversionistas privados y locales. Estas aportaciones permitían adquirir el terreno, contratar los servicios básicos necesarios, y así tener todo listo para que la empresa que se fuera a asentar sólo tuviera que enfocarse a la construcción y desarrollo de la empresa. Este modelo le dio empuje a los parques industriales pero solo permitió un alcance local, ya que los parques se establecían donde estaban los inversionistas, lo que solo beneficiaba a su entorno inmediato.
Con el tiempo fueron atrayendo más empresas, lo que hizo crecer al sector a pesar de que algunas comenzaron a trasladar sus operaciones a otros países. No obstante, gracias a la mejora de la situación macroeconómica del país, en los últimos 10 años ha logrado atraer desarrolladores e inversionistas internacionales, ayudando a que el sector de los parques ya no tenga que ser financiado solo con fondos públicos y/o nacionales.
No obstante, que el mercado económico internacional ponga su vista en México obliga a los parques ya existentes y a los que están en proceso a estar a la altura de las nuevas necesidades de las empresas. Así éstas podrán cumplir sus objetivos y beneficiar no sólo a la economía local, sino a la nacional y la global. Una de las consecuencias de esta especialización en los parques es su división en industriales, tecnológicos y logísticos.
En México, un parque industrial es un terreno que no opera bajo régimen aduanero, ofrece infraestructura urbana y permisos de operación industrial, manufacturera, tecnológica y de distribución. Por otro lado, el parque tecnológico capitaliza el conocimiento y desarrollo regional y nacional por medio de la transferencia de tecnología, la creación y atracción de empresas. Fomentan la innovación y desarrollo tecnológico de las PyMes, creando sinergia entre empresas maduras, universidades y compañías. Y finalmente, los parques logísticos buscan mejorar la eficiencia y competitividad de las operaciones de las empresas. Benefician a la empresa al aportar valor y eficacia a los diferentes agentes de la cadena logística, especialmente en distribución y almacenamiento.
Estos parques se encuentran distribuidos a lo largo del país en la Zona Norte, la Zona del Bajío, la Zona Centro y la Zona Sur. En la zona norte se ubican los parques que están atrayendo grandes inversionistas de talla internacional gracias a sus servicios de calidad y la cercanía de la zona con EUA. En la zona del Bajío, encontramos parques que están fomentando la industria en esta zona y el país, convirtiendo a México como principal exportador en las industrias automotriz, aeronáutica y manufacturera. En la Zona Centro ubicamos a los grandes centros de distribución y logística. Además, esta Zona junto a la Zona Sur, cuenta con el Fideicomiso para Desarrollo de Parques y Zonas Industriales (FIDEPAR), el cual permite financiar nuevos desarrollos e incentivar la sinergia entre los mismos parques y su entorno.
La combinación de especialización y ubicación permite que los parques industriales sean hoy en día no solo una plataforma para el desarrollo de la economía nacional, sino que también sean portadores de las nuevas tecnologías y las estrategias más innovadoras del mercado. Por ejemplo, el Centro Logístico Jalisco es todo un plan maestro caracterizado por tres áreas principales: residencial, comercial e industrial. Busca fomentar un modo de vida de calidad y sustentable que permita el óptimo desarrollo no solo de la empresa, sino de sus trabajadores. Por otro lado, Guanajuato Puerto Interior busca trabajar a través de Zonas Estratégicas, cada una enfocada a una funcionalidad específica de las empresas que ahí se asentarán. Tomamos como ejemplo el Parque Industrial Ferroviario y el Parque de Negocios, quienes como su nombre lo dicen, están enfocados en empresas de industria pesada y en centros logísticos y/o de innovación en negocios, respectivamente. Así, la innovación y la tecnología se han convertido en uno de los componentes principales de los nuevos parques industriales, tecnológicos y logísticos.
La industria está creciendo en México y esto se proyecta en la oferta y demanda que envuelve a sus parques –nuevos o renovados–. Podemos ver el abanico de posibilidades que tiene México no solo para mejorar su situación actual, sino también de maximizar el alcance de las empresas que están estableciéndose y se establecerán en su territorio.
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